Hola Bellezas!
Con la llegada del buen tiempo, vamos cambiando nuestro
armario, guardando la ropa de invierno y sacando la de verano. Aunque no solo
cambiamos la ropa, también los zapatos. Guardamos las botas y sacamos las
sandalias. Y, ¿Qué significa esto? Pues, que sacamos a lucir a nuestros pies,
pero, ¿los tenemos a punto?
Los pies son una parte de nuestro cuerpo a la que no solemos
dedicar mucho tiempo, sobre todo en invierno. “como están tapados, no nos
acordamos de ellos”, pero son tan importantes o más que otras zonas. Pasamos
muchas horas de pie al cabo del día: el trabajo, la casa, el gym, ir de
shopping…. “los pobrecitos sufren mucho”. Y, por si fuera poco, ¡llega el buen
tiempo! Con el calor, los pies pierden humedad más fácilmente y, al usar
zapatos descubiertos, el polvo hace que se resequen con más facilidad.
Lo ideal sería que cuidásemos nuestros pies durante todo el
año pero, nunca es tarde para empezar!
Si tenemos posibilidades, deberíamos hacernos una pedicura
de vez en cuando. O también podemos
seguir unos sencillos consejos y tener
unos pies perfectos todo el año.
Lo más importante es tener una buena hidratación. La piel de
los pies es la más gruesa de todo nuestro cuerpo y, por tanto, la hidratación
en esta zona, es mucho más importante si queremos tener unos pies suaves y
bonitos. Para ello utiliza cremas ricas en urea o manteca de karité. Si das un
masaje con ambas manos, a círculos y ejerciendo una ligera presión, además ayudarás
a activar la circulación y aliviar el dolor de pies. Si necesitas una
hidratación extra, después de aplicar tu crema por la noche, ponte unos
calcetines de algodón y duerme con ellos.
Un par de veces a la semana, utiliza una piedra pómez
durante o después de la ducha, en las zonas donde tengas alguna dureza.
Eliminarás esa piel y evitarás que se formen las temidas grietas. No
olvides aplicar después una generosa
cantidad de crema hidratante.
Una vez a la semana, introduce los pies en un recipiente con
agua caliente y sal gorda, al menos, durante media hora. Además de ser muy
relajante, te ayudará fortalecer las uñas, y activar la circulación. También
puedes utilizar otro tipo de sales y obtener beneficios extras. Un truco: echa
al agua unas gotas de limón y evitarás el mal olor.
También es conveniente hacer, de vez en cuando, una
exfoliación. Eliminarás las células muertas y harás que las cremas penetren con
más facilidad. Un truco: utiliza aceite corporal y azúcar y haz un ligero
masaje. Hidrata a continuación.
En cuanto a las uñas, córtalas rectas. Evitarás que se
claven en los laterales de los dedos, provocando la llamada, uña encarnada.
Si, aparece una ampolla, nunca cortes la piel, atraviésala
con una aguja esterilizada e hilo para que salga el agua interior y aplica
cristalmina. Verás como desaparece rápidamente.
Y un último consejo pero, no por eso menos importante. Si tienes algún problema
como uña encarnada, juanetes, grietas profundas o sangrantes, hongos…, no dudes
en acudir al podólogo, es quien mejor te puede ayudar a solucionarlo.
Y vosotros, ¿Cómo mantenéis vuestros pies? Contadme.
Un beso
Muy buena rutina, yo desde que descubrí también el velvet smoth estoy encantada, saludos!
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