Hola Bellezas!!
Hoy quiero hablaros de un
producto que no debe faltar entre vuestros básicos de maquillaje. El corrector.
Es nuestro mejor aliado para conseguir un maquillaje perfecto. Nos sirve para disimular ojeras, granitos,
cicatrices, manchas y todas las imperfecciones de la piel, e iluminar ciertas
partes del rostro.
Lo primero que debemos saber es
que existen dos tipos de correctores: los propiamente dichos, que son los más comunes y los podemos
encontrar en distintos tonos de beige, y
los correctores neutralizadores, más específicos, que tienen
distintos colores dependiendo del color que queramos neutralizar. Los más comunes son el verde, amarillo, salmón y lila.
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Beige:
se utilizan principalmente para unificar e iluminar el rostro. Tenemos que
tener en cuenta a la hora de escoger el tono, nuestro propio color de piel,
sobre todo para la zona de la ojera. Siempre debe ser el mismo tono o uno
más claro. Ya que, si escogemos un color más oscuro, estaremos dando
oscuridad a la zona y si lo escogemos demasiado claro, crearemos el
antiestético efecto mapache.
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Verde:
se utiliza para cubrir granitos, rojeces, cicatrices y venitas.
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Amarillo:
se usa para disimular las ojeras de
color morado o violáceo.
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Salmón:
disimula las ojeras de tono más azulado o grisáceo.
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Lila:
ideal para cubrir imperfecciones en tonos amarillentos o marrones, como las
manchas o cicatrices antiguas.
Además de diferenciar los
correctores por su color, también los podemos encontrar en diferentes texturas,
así podemos escoger el que más se adapte a nuestra piel y a nuestras
necesidades.
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Crema:
tienen una cobertura más densa y son ideales para cubrir imperfecciones más
profundas.
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Líquido:
tiene una cobertura más ligera y se utilizan para tapar imperfecciones más
pequeñas. No son adecuados para pieles grasas.
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Barra:
es igual que los correctores en crema. Debemos utilizarlos con precaución para
no coger más producto de la cuenta, ya que son difíciles de extender y pueden
marcar las líneas de expresión o arruguitas.
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Polvo:
se utilizan principalmente para las
pieles más grasas.
Una vez tengamos escogidos el
color y la textura de nuestro corrector, lo siguiente que debemos saber es su
forma de uso.
Antes, y si queremos un buen resultado,
debemos tener nuestra piel perfectamente limpia e hidratada. Así evitaremos que
se marquen las líneas de expresión o pequeñas arruguitas.
Si necesitamos utilizar los correctores
neutralizadores, los usaremos antes de aplicar la base de maquillaje. Con ello
conseguiremos que la piel quede totalmente unificada y, por consiguiente, el
maquillaje igualará totalmente el tono de nuestra piel.
Si no tenemos muchas
imperfecciones, o solo necesitamos iluminar el rostro, podemos aplicar la base
de maquillaje y, posteriormente, aplicaremos el corrector beige si ha quedado
alguna marquita por cubrir, e iluminaremos las zonas que los necesiten: ojeras,
alto del pómulo, tabique de la nariz…
Utilizaremos una pequeña cantidad
que iremos depositando en la zona y extendiendo perfectamente bien sea, con la
yema del dedo dando golpecitos, sin hacer mucha presión, o con una brocha de
corrector.
Para terminar sellaremos todo con
polvos traslúcidos para que se mantenga intacto durante mucho más tiempo.
Bueno chicas, espero haberos
ayudado.
Hasta la próxima!
Una entrada muy interesante
ResponderEliminarPara mis ojeras son un básico, no puedo salir sin usar al menos este producto. Saludos!
ResponderEliminarEnhorabuena por tu blog. Te he nominado a los premios Liebster. Para verlo puedes pasarte por aquí: http://aponernosguapas.blogspot.com.es/2015/01/dos-nominaciones-en-los-premios-liebster.html
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